lunes, 15 de noviembre de 2010

Estoy donde tú me necesitas


Déjame contarte desde mi humilde experiencia,
  mi reflexión... quizás aún ignorante,
 que no existen maneras dichos o refranes que despejen la niebla de lo que es verdaderamente importante, reza, suplica o evadete, siéntete  bien de palabra,
 actúa cualquier guion improvisado y luego vuelve a mí,
 yo estaré para recojer al que llora en tu interior,
 para escuchar a tu sentir, hablo contigo aunque sé que no estás,
 mis palabras se graban en tu mente y desde tu soledad traslúcida espero el momento de tu despertar, retengo tu confianza porque aún no es el momento y sin alejarme de tu lado impregno tus momentos con pinceladas de raciocinio,
 quizás duro o quizás extremo, coloco muros donde sé que te pierdes,
 marco guías a tu caminar ciego,
 sabes que estaré al final del tunel,  para abrirte la puerta,
 aunque no percibas en la oscuridad que siempre estoy contigo,
 no te dejo en ningun momento, porque me une ese sentimento infranqueable...
 ese que llaman hermano, ese que se apellida, amigo.

2 comentarios:

  1. ojalá todas las personas tuvieran a alguién al final del tunel, para que le abriera la puerta. Y aún en la ténue oscuridad, supiéramos que alguien está con nosotros. Me recuerdas a alguien cercano y muy divino. Besos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Que bién que estés ahí!, Amigo incondicional hasta el infinito. Un abrazo.

    ResponderEliminar