¿Cómo puede haber tanta luz en tu sonrisa?
Hasta el punto que las perlas cultivadas
Me deslumbran de placer con su alegría.
¿Cómo puede haber tanto brillo en tus ojos?
Hasta el punto de tornarse aguamarina
El azul de tus pupilas a su antojo.
¿Cómo puedo aguantarte la mirada
Sin reducirme al fuego, hecho ceniza
A la sazón fragante de tu pelo.
¿Cómo puedo, mi amor, como me puedo
Resistir ante el don de tu natura
si todo es fascinante –criatura-
hasta el mínimo gesto improvisado?
No te diré –Te quiero- que a tu lado
El amor es un juego de palabras
Que pierde todo su significado.
Sólo con mis caricias me declaro
Sólo con la dulzura se desboca
El corcel donde quiero estar montado
A recoger la fresa de tu boca…
¿Cómo podría alejarme de tu prado
E imaginar un campo de amapolas
Donde tu flor no la tuviera a mano.
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