Reconozco la repercusión de mis actos
No busco pisar a oscuras aun sabiendo el camino
Fui seguidor de la noche, fui amante del día,
Detractor feroz de lo radical, me tatué imparcial
Observando la hipocresía de ignorantes que aconsejan,
Analizo todo pues lo que se intuye desquicia,
Controlo mi espacio pues lo global enloquece
Y solo dejo marcas si son visibles,
Percibo la dejadez del valor humano,
Puede que capte distraido mi atención,
seré si así lo deseo títere de un concierto
Manejado y arrastrado como en un sueño
Y al despertar sabré que sigo despierto...
fuí mi reflejo analizando su desvelo
Pues no se valorar sin conocimiento
Mi limitación es tabú para mi mente
Y a lo largo de todo, deducí después de todo
Que no hay razón para la razón
Ya que todo de lo que dependo yo, depende…
Insignificante, según se mire, mas bien defínanme , ser temporal y mental, si escapo de la insignificancia humana y a mi elección escoger pudiese yo una definición, más independientemente de males o causalidades, mi existencia dependerá de mi tiempo mental, decisión inexistente e irremediable, no seria humano pues, he aquí quien antagoniza la insignificancia en el poder , déjenme pues, que el tiempo mi mente madure, porque hoy no me siento ofendido y la inquietud me perturba, reflexiono pues, durante mi vida, la que acontece, del poder insignificante de quien el tiempo no supo abrir su mente.